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  • Foto del escritorRed Crucero

Aire

Por José Luis Galván Hdz.



Aire/ Soñé por un momento que era aire/ Oxígeno, nitrógeno y argón… Así va el estribillo de una canción del grupo español Mecano, que se me vino a la mente al escuchar la crónica de la enfermedad del COVID de más de 20 días en el hospital de mi amigo Javier, quien flexionaba sobre lo difícil que fue, la angustia que sentía por no poder realizar el acto más natural del ser humano: respirar. Sentía que le faltaba el aire, la oxigenación en su cuerpo se perdía hasta nublarle la vista, perder el sentido y terminar entubado por falta de aire, de oxígeno.

Pero el ventarrón pasó, salió del hospital en silla de ruedas y con el tanque de oxígeno a su lado, él no podía creer que el maldito virus había dañado de esa manera su cuerpo, acostumbrado a hacer ejercicio, andar de un lado a otro totalmente independiente. Pero ahora venia tiempo de reposo, de recuperación, reflexión, finalmente había librado una batalla mortal y estaba vivo, debería empezar por lo más sencillo: Respirar por sí solo (sin el tanque de oxígeno) y caminar.

Aunque lo más sencillo en un ciudad como la nuestra es complicado por el aire tan contaminado que respiramos, un día sí y el otro también. Somos la ciudad más contaminada no de México, si no de Latinoamérica, según el informe más reciente del “Clean Air Institute”e inclusive en estas dos últimas semanas se han emitido “alertas ambientales” en donde se pide a la población evitar hacer ejercicio en parques, en plazas públicas, en espacios abiertos. ¿Entonces, cómo realizar las cosas sencillas y naturales? Tendremos que caminar y respirar nuestro aire grisáceo.

Javier mi amigo está ya de pie, sale, camina y respira por sí solo, este aire contaminado que nos regalamos entre tantos coches, fábricas y pedreras que derrumban nuestros cerros, nuestras montañas, matamos nuestros pulmones naturales construyendo más casas, edificios sobre áreas verdes. Estamos “construyendo futuro” dirán algunos políticos.

Sin embargo, creo que nosotros, los ciudadanos no somos conscientes de esta situación en la ciudad, como dice la canción: Era un aire gris oscuro y con bastante polución/ Se notaba, en cualquier caso/ Que era aire de ciudad/ Que si bien no es el más sano/ Lo prefiere el ser humano. Como tampoco no somos conscientes de lo que muchos sufrieron en esta pandemia como mi amigo Javier. Y no nos damos cuenta de que el COVID no se ha ido y amenaza con quedarse para siempre, porque sigue entre nosotros, disfrazado en el aire.

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