HAY ALCALDES, NO MUCHOS, QUIENES SE creyeron el cuento de los nuevos tiempos y se alinearon con un nuevo cártel llegado de tierras extrañas y no muy cercanas.
Se creyeron que así tendrían mejores condiciones económicas y sus terrenos estarían en paz.
Malo para ellos...
No tienen capacidad de fuego para contener una embestida de los desplazados, y menos ahora que los llegados de otro lado, comienzan a replegarse porque no encontraron lo que les prometieron: Puertas abiertas.
Algunos de esos munícipes van a terminar por irse , por solicitar licencia ante el grave riesgo de la venganza.
O en todo caso, les saldrá carísimo resarcir la confianza o la relación anterior.
MIENTRAS LA GUARDIA NACIONAL NO muestre intenciones de ir parejito en contra de las bandas criminales; mientras sigan con esa preferencia con algunos, seguirán como una corporación a la que nadie quiere.
Por más que la reforma de ley los ponga bajo el amparo militar, los militares no quieren cerca a los guardias.
No quieren patrullar con ellos ni compartir información.
No hay duda, la gran idea de López se topa con la realidad...