Las sociedades futbolizadas van hacia su ruina financiera, dice un interesante estudio guardado en algún archivo de la Universidad de Oñati, en España.
Ejemplo claro: Argentina.
Las sociedades que no tienen gran apego al futbol y lo ven solo como un pasatiempo, suelen progresar aceleradamente.
Ejemplo claro: Chile.
El futbol esun bello deporte, pero es una pasión peligrosa.
Ausentismo laboral, pleitos, gastos excesivos para acceder a él... la gente gasta lo que no tiene y dedica gran parte de su tiempo a hablar, a planear y a vivir el futbol.
Aplica el estudio, supongo, a los Estados o Provincias de un país.
Querétaro... una ciudad que ha crecido y superado por mucho a Monterrey en rubros como generación de empleo y atracción de inversiones, tiene un equipo de futbol bastante malo.
La única vez que vendieron más de 100 mil playeras de su equipo en un año, ocurrió cuando contrataron a Ronaldinho.
Usted no verá alcaldes o gobernadores con la playera del equipo en la calle... usted no verá decenas de personas con la playera del equipo en la calle... usted no verá los estantes de las tiendas repletas de playeras del Querétaro.
Tienen una buena asistencia al estadio, pero nada más...
Monterrey, enfermo de futbol, vive desde hace mucho tiempo en camino descendente con los principales rubros económicos.
Grandes empresarios como Lankenau, terminaron en desgracia por su locura de futbol.
Si no fuera porque algunos visionarios le metieron lana y tiempo a proyectos de Inteligencia y Tecnología, estaríamos en la indigencia.
Gracias a eso tenemos empresas que vienen todavía... gracias a eso hay ofertas de buenos trabajos.
Pero gracias al futbol tenemos cada vez menos empuje y pasamos a niveles inferiores de atractivo y competitividad.
Monterrey está futbolizado...
Y qué bueno, es nuestra droga que nos aisla de la realidad de ejecuciones en un bar... de ataques a Fuerza Civil en la carretera... de columnas de humo negro en la refinería...
¡Bendito sea el maldito futbol!