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  • Foto del escritorRed Crucero

COLUMNA el dios DE LA GUERRA/La Batalla del Puente de Arcole



Por ARES dios de La Guerra


La Batalla del Puente de Arcole: Tras La Revolución Francesa y la ejecución del Rey Luis XVI el miedo recorrió las casas reales de Europa. El riesgo de que las ideas francesas se regaran por el viejo continente era una amenaza para las élites. No era para menos la fama que Robespierre se había hecho entre las naciones vecinas. Había que detener la vorágine y restaurar la monarquía. Por eso varias naciones marcharon en contra de los revolucionarios. Mientras la guillotina repartía igualdad entre ciudadanosanos, los soldados galos defendian por las fronteras tratando de detener a los invasores.

Una de las batallas más famosas de estos tiempos ocurrió el 15 de noviembre de 1796. El joven General Napoleón Bonaparte estaba a cargo de un ejército francés en el norte de Italia. Este luchaba por controlar esta zona con el fin de tener en jaque permanente a los austriacos. Además, el ejército de la Primera República había rodeado la ciudad de Mantua (Dentro de la cual se encontraba un buen número de soldados de Austria). Los Habsburgo estaban tratando de derrotar al ejército francés para liberar a sus hombres. Sin embargo, la estrategia gala se impuso y nunca lo lograron.

Napoleón buscaba acabar con la expedición austriaca y uno de los enfrentamientos más poderosos se dio cuando ambos ejércitos chocaron en el puente de Arcole. José Alvinczi era el general a cargo de la defensa de este puente. Contaba con cañones de bala rasa y un buen nivel de atrincheramiento. Si alguien intentaba tomar el puente de manera frontal estaría cometiendo un error estratégico garrafal. Sin embargo, Bonaparte, con su genio militar, ya había notado algunas debilidades en la posición de su rival. En un acto de excesiva valentía ordenó a la tropa francesa cargar y tomar el puente.

Con la bandera en brazos y al frente de la tropa, el general Bonaparte se lanzó al ataque. La infantería de línea austriaca y los cañones abrieron fuego a discreción. Las bajas francesas se daban ola tras ola. José Alvinczi gritaba ¡Fuego! Y a pesar del valor de los soldados galos cada metro que ganaban lo pagaban con sangre. Los franceses empezaron a disparar sus armas largas, pero no era suficiente. Napoleón gritaba a sus soldados para que no dejaran de avanzar. Poco a poco la ofensiva empezó a apagarse. Eran demasiadas bajas y no se rompía el atrincheramiento de los austriacos.


La batalla terminó con una derrota para Napoleón. A pesar del ímpetu con el que había ordenado la carga esta había sido un fracaso. Uno de sus mejores amigos, Jean-Baptiste Muiron, murió durante el ataque (Interpuso su cuerpo para impedir que una bala le llegara a Bonaparte). Sin embargo, ese enfrentamiento terminó siendo una victoria moral para el general. Sus soldados, al verlo cargando con la bandera al frente, lo aclamaban como un líder valiente y que peleaba por ellos. La Batalla del Puente de Arcole refleja el estilo de mando de aquellos que aspiran a más. Si vas a ser jefe aprende de los grandes de la historia.

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