De acuerdo con la Constitución, en México existe un Consejo de Salubridad General... creado para tomar la responsabilidad y estrategias en caso de emergencias sanitarias.
Justo como la que vivimos.
En estos momentos la presidenta de ese Consejo es la titular de Salud en el Estado de Tamaulipas, la doctora Molina.
¿Qué se supone que tiene como responsabilidad tan ente?... simplemente coordinar esfuerzos, integrar a todo el país a través de los estados.
Con eso, se evitaría que la estrategia descansara en las ocurrencias de López Obrador o en el inepto de López Gatell.
No estarían distribuyendo las vacunas en zonas remotas... tendríamos estrategias de seguimiento epidemiológico y no tendríamos como única estrategia el encierro...
En vez de ello, andan perdidos 25 pasajeros que llegaron con el portador de la nueva cepa.
En vez de ello tenemos un pleito por saber si el presidente se pone o no se pone el cubrebocas... ¡A huevo se lo pondría o no se permitiría la difusión de su imagen sin cubrebocas!
En vez ello, tenemos a Gatell en Argentina con la misión de traer la incierta vacuna rusa, que solamente va a generar más rumores e incertidumbre.
Si la estrategia estuviese en manos de ese Consejo, tendríamos a un equipo de profesionales en la toma de las mejores decisiones, que en vez de sembrar miedo, sembrarían certeza.
El problema es que López se pasa la ley por la horqueta de la resortera... y no hay poder terreno que lo obligue a cumplirla.
Por eso y muchas cosas más, es que conviene quitar el control de su partido en San Lázaro.