Un crimen aberrante...
Hace meses, López quitó a la Cofepris su autonomía y la entregó en manos de Gatell.
Sí, el organismo encargado de librarnos de todo riesgo sanitario.
El que autoriza a nivel nacional, entre otras cosas, el uso de vacunas y medicamentos.
Pues bien, su cargo servía para castigar a los enemigos de López... Clausurar sus plantas, como a PISA, o apretar a otras hasta que truenan.
El tema es que sabiendo o sospechando todo mundo que la vacuna rusa contra el Covid es una reverenda porquería...
A pesar de que la OMS ha rechazado aprobarla.
A pesar de todo, ¡La Cofepris de Gatell ya le dio su bendición a la pócima rusa!
En pocas palabras, además de matar a nuestros parientes y amigos con su estúpido manejo de la pandemia; ahora matará a otros mediante la aplicación de una vacuna incierta.
Esto ya se pasó de lo criminal...
Esto es enfermizo, demencial...
Es hijez de la tiznada... Y peor que eso, manifestar silencio cómplice.