La personalidad de López Obrador lo describe a la perfección: Después de mi, el caos.
Para sí mismo, López es una encarnación sublime, un predestinado.
Sus seguidores, sin haber estado en tan triste ocasión, repetían convencidos que en su lecho de muerte, su esposa -que en Paz Descanse- le dijo: "recuerda que tienes que transformar a México".
López es único, por lo tanto:
1.- Claudia Sheinbaum no puede aspirar a tener más votos que él.
2.- Claudia Sheinbaum no puede aspirar a tener mayor porcentaje de votación que él.
3.- Claudia Sheinbaum no puede aspirar a sugerir una crítica, por muy leve que sea, al gobierno de López.
Dicho lo anterior, se explican muchas cosas:
1.- La venta de candidaturas y la destrucción de las estructuras primarias de MORENA en todo el país...
2.- Disparates como la alianza con MC en Nuevo León, para dejar que los naranjas acaparen el voto anti PRI-PAN y tengan mejores posibilidades de ganar.
3.- Alianza con Alfaro en Jalisco, sacrificar a su candidato a Gobernador en aquella entidad y el NO registro de 22 candidatos a diferentes alcaldías.
En medio de todo esto me pregunto:
¿Será capaz de sacrificar a la señora Sheinbaum?
¿Tiene perfectamente calculados, sin temor a equivocarse, la cantidad de votos que sí obtendrá su candidata a la Presidencia de la República?
¿Existe una ruta a través de la cual López se presente como el INEFABLE?... ¿El que va a quedar en la historia como el gran transformador? ¿Logrará quedar como el candidato que más votos obtuvo... el más amado por su pueblo?
Demasiadas variables que bailan en la calenturienta mente presidencial.
De aquí o se encumbra, o termina loco.