María Capitanacci, mi itálica abuela solía decirle al tío Carmino… ¡Ay hijo! A ti la cabeza te guía ¡y el hocico te pierde!
Es que el tío era un genio para armar aparatos que solucionaran la vida doméstica…
Un radio reloj despertador que sonaba no a una hora, sino al recibir un rayo de sol… una lavadora que al terminar el ciclo difundía “parece que va a llover”.
Pero en las reuniones familiares tenía la costumbre de decir verdades a lo tontejo… “Tía, usted necesita de menos la fuerza de 37 caballos de fuerza para mover ese inmenso trasero”.
Pues bien, Juan Ignacio Barragán acaba de echarse encima a no menos de 10 alcaldes cuando declara que muchos edificios de apartamentos son vendidos sin factibilidad de agua potable.
¿Cómo pudo pasar eso?… ¡Con moche desde luego!
¿Moche a los alcaldes? ¿Moche al gobierno del Estado para no clausurar dichas obras?
¿Moches fabulosos acá y allá?
Bueno, parece que Juan Ignacio no está satisfecho con los 4 millones 900 mil ciudadanos que ya lo quieren fuera de gobierno.
Ahora se busca Alcaldes y ex alcaldes que le respondan y le responderán.
¿No llenan?