- Red Crucero
En las entrañas de la bestia

Poncho Romo y Carlos Salazar Lomelí... y la leyenda urbana.
El sueño de ser tragado por el monstruo para desde adentro, moverle las entrañas.
Dos empresarios en el círculo cercano.
Dos de los más acaudalados y que conocen penas, tribulaciones y ambiciones de sus compañeros de gremio.
Iban a lograr que el Presidente equilibrara el juicio y dejara de tomar decisiones contra los inversionistas.
Lo del aeropuerto fue el primer golpe para Poncho...él creía haberlo convencido de que la inversión de Texcoco se iba a mantener, pero aprendió pronto que con López, el empresario nunca está seguro.
Salazar Lomelí llegó a considerarse el único capaz de modificar la conducta anti empresarial del Mandatario.
Lograr que permitiera concluirse las obras de los gasoductos fue un triunfo atribuido a Salazar...
¡Ahora sí tenemos alguien allí cerca!, pensaron los acaudalados.
Con el tiempo no hubo otra victoria...
Salazar acabó convertido en el vocero del sistema... del presidente.
Llevó a muchos de ellos a ser trasquilados en aquella tamaliza de la ignominia para sacarles lo de los cachitos.
Y ahora...
Ahora es lamentable que no haya logrado obtener apoyo para los emprendedores en medio de la madre de todas las crisis.
Es lamentable que termine así, derrotado y despreciado por los empresarios quienes de plano se declaran NO representados por Salazar Lomelí.
Sí, estuvieron los dos, Poncho y Carlos en las entrañas de la bestia.
Sí, eran entes extraños en aquel organismo.
Alguna reacción atinaban a conseguir hasta que la bestia se purgó y de las entrañas fueron directo al resumidero.
En donde nadie les reconoce.