En tiempos de Jaime Heliodoro, este negro servilleta cuestionó a Gerardo Garza, entonces director de Agua y Drenaje, si era normal que se perdiera el 30 por ciento del agua que entonces se bombeaba a Monterrey... lo hice enfrente de Miguel Treviño, alcalde en San Pedro.
Gerardo dijo que era normal... ¿Es normal tirar uno de cada tres litros que se meten a la red de distribución?, e insistió en que sí.
Desde entonces muchos expertos me advertían que con esos niveles de desperdicio, íbamos directos a una crisis de agua... y mire en la que andamos.
Hoy Juan Ignacio Barragán advierte de una crisis por el drenaje en el centro de la ciudad, porque sigue emperrado en su batalla por fregar a los desarrolladores.
La realidad es que el drenaje está colapsado en toda la metrópoli... hay municipios como Juárez que con la menor lluvia se inundan y sufren graves destrozos en infraestructura.
Pero en general toda la red del drenaje está empinado.
En cuanto llueva los daños serán terribles.
¿Lo sabía Samuel... lo sabía Barragán? ¡desde luego!
Así les dejaron el mugrero, la verdad... solo que al llegar les dio por gastar en proyectos del metro... una carretera Interserrana que nadie va a usar y otra a Colombia para un puente que tampoco va a funcionar como suponen.
¡Y ni un peso para reparar o para meterle a la red de drenaje!
Es cierto... a Samuel le heredaron, como él dice, un cagadal.
Pero en vez de limpiarlo, se bajó los pantalones y se puso en cuclillas, para hacer su aportación.