Hay cosas que criticamos por encima, pero que vamos a lamentar dentro de cinco ó 10 años.
La principal de ellas es la educación.
Niños y Niñas expuestos a una ocurrencia de la sarta de imbéciles que toman decisiones por todos y para todos.
Simplemente la televisión va a educar a nuestros hijos... esa bendita televisión que despedazó nuestra cultura a partir de los 70; que hizo añicos el legado de Vasconcelos, ese mismo que nos dejó hombres y mujeres que estudiaban hasta tercero y sabían de todo, leían a los clásicos y escuchaban música selecta.
Luego vino la tele, "soldado del PRI", para que en vez de La Guerra y La Paz, aprendiésemos de MariMar... para que en vez del Doctor Ortiz Tirado, el embeleso fuese por Luis Miguel o por Julión Álvarez.
Bien, esa generación que nada en la ignorancia fue capaz de ser controlada por un discurso barato y llevar a la Presidencia a López Obrador.
Pero aguante usted...
Como si se tratara de un plan bien diseñado, ahora la pandemia que cae "Como anillo al dedo", permite que no exista asomo de un plan educativo y nuestros chavales y chavalas serán instruidos por un maestro o maestra que ni los ve ni los oye.
Con papá y mamá trabajando, ¿quién supervisa que las bendiciones del hogar hagan sus tareas?
Este gobierno comienza su labor transformadora en la parte más sensible del andamiaje social.
Fabricando los pequeños jumentos quienes al crecer, convertirán en una deidad a un asno...
Hasta suerte tienen.