Decidí soñar contigo, con los ojos despiertos... con los pulmones llenos de suspiros y el pecho inflamado de recuerdos... decidí soñar que tus brazos se llenan y que tus labios saturados de besos detienen el tiempo para regalar cada uno de ellos en los ojos, en la frente y en los labios...
Decidí soñar contigo para detener por un momento el tiempo, para dejar correr las emociones... para aferrarme a ti mientras contengo la respiración ilusionado.
-Pos mire qué soñador me ha salido...
-¡Ay Tenchita!, no se le quita la costumbre de mirar por encima de los hombros, qué bárbara.
-Miraré por encima de otros hombros, porque de los suyos lo único que encuentro son platos llenos de jambazón, mire nomás como tiene llenas de manteca esas hojas donde escribe... ¡qué bárbaro!, ya hasta se parece usted a Samy el Soñador.
-¿Samy el Soñador?...
-Pos sueña consigo mismo... se provoca pesadillas, con tanta burrada que anduvo promoviendo cuando era diputado y que ahora le pueden aprobar cuando sea gobernador... ¡jutsss!... él solito se va a poner bozal y un nudo en los tanates.
-Ay Tenchita, de veras que es usted canijilla... yo que Samuel salía a decir que todo aquello que promovió como diputado, lo hizo presionado por unos aliens que lo habían secuestrado...
-Los únicos aliens que tiene dentro de su cuerpo son los directivos del norte, la gacetilla esa...
-¿Dentro de su cuerpo?
-De su cuerpo de asesores, pero dice que ya se tomó un purgante llamado Jorge Mendoza... ¡Pa zurrarlos cualquier mañana de éstas!
-¡Qué bárbara!... no hable de esas cosas, mire que tengo la boca llena con estas delicias culinarias...
-Pos si no le gusta arrúmbele a ver quién le llena la tripa, diantre de Gorrón delicadito.
-No, güeno, tampoco sea usted tan afrentosa... yo lo que digo es que seamos personas que se puedan entender, que logren armonía...
-Hablando de armonía, qué bonito equipo está armando el Colosito... ¡de chile de dulce y de manteca!, priístas, panistas, y de todos colores... pura gente buena y jaladora.
-Oiga... pues qué interesante, ¿y de pura casualidad no le han llamado a usted para trabajar?
-¡Ah no!... es que en ese tema de contratar a las colaboradoras hay un filtro muy canijo, la señora Marilú les echa un balde de agua a todas las que quieran trabajar cerca del futuro alcalde.
-¡No me diga!... ¿desinfección, o qué?
-No, si echan espuma no las contrata... ¡por resbalosas!
-Mire, no ande diciendo cosas que luego se compromete y lo compromete a uno.
-Mire qué mariquita me viene saliendo, ¡y deje de tragar esas de pipián con calabaza!, son para un pedido especial.
-¿Y estas de choricito de soya con frijolito tierno?
-Esas se las mandan del PRI a Felipe Enríquez.
-¡No me diga!... ¿ya hicieron las pases?
-No sabría decirle, pero supe que quería regresar al partido, pero me dijeron que le mandara estas gordas, ¡quesque le van a dar puro chorizo!
-¡Jijuesú!... de plano que no se mide.
-Pos mídase usted... la nariz, porque ya no le cabe en la cara.
-Tenchita, no sea usted ofensiva...
-Mire, ya deje de lloriquear y se me va a entregar estos pedidos, a bolear el trasero le llaman... tragando y pedaleando que se enfría el almuerzo.
-¡A darle, que es mole de olla!