El dinero que se derrama en este proceso electoral es inédito... una fortuna.
Y quien más contribuye a la derrama es Movimiento Ciudadano.
Responde esto a su manera de ver la política: A la gente no se le invierte, a la gente no se le siembra una idea ni se le cultiva; a la gente hay que comprarla cuando está madura.
De esta manera, no invirtieron un peso en crear estructura electoral, dejaron que otros usaran recursos en ello.
Llegado el tiempo de la cosecha, llegaron con el dinero en la mano para comprar las estructuras.
Pagan cosas tan groseras como 2 mil pesos diarios a quien tenga una estructura y se comprometa a utilizarla a favor de Movimiento Ciudadano.
Entregan cargos en paraestatales... entregan puestos de trabajo y sueldos sin esfuerzo.
El dinero fluye a raudales y son muchos y muchas quienes se acercan a la miel.
La lógica tradicional en política, indica que líderes y lideresas tienen una manera muy ranchera de razonar: Si Fulanito me dio 500 pesos por semana durante cuatro años, sin tener un cargo político, es lógico pensar que si logra un cargo, el apoyo será mayor...
Luego, zutanito que nunca me dio ni un saludo, llega ahora para darme 10 mil pesos por semana a cambio de mi trabajo a su servicio... ¿qué hago?
Usualmente le agarran el dinero al que ofrece 10 mil por semana, pero jalan para el que les dio 500 durante cuatro años, y no por sentido de lealtad... sino porque saben que quien les da ahora los 40 mil, no les dará un centavo más cuando llegue al poder.
Así fue la que conocí... ¿habrá cambiado?
La menos romántica, la más cruda visión de que todo tiene precio es la oferta de los recién llegados.
Ya veremos si tienen razón, o la realidad les azota un portazo en la nariz.