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  • Foto del escritorRed Crucero

La Luna de rosa


Por José Luis Galván Hdz.



La pequeña pelota, la esponja, el trapo…creo que eran verdes. No eran rosas. Usaba diferentes objetos, me pedía que se lo pasara cuando ella de espaldas se cambiaba y se lo ponía en uno de sus senos, donde había un vacío entre el sostén y su piel rota atacada por el cáncer de mama. Le habían extirpado uno de sus senos a mi madre, para salvarse…pero Doña Julia en unos meses, después de la quimioterapias, operaciones y tratamientos alternos que mi hermana Martha conseguía, no pudo vencer al maldito cáncer. Se le hizo metástasis invadiendo su ya débil cuerpo, y murió.


Recuerdo que fue muy duro y rápido, después de la quimioterapia sus cabellos negros se fueron cayendo a puños; por lo cual decidió usar una peluca, que tampoco obvio era de color rosa. A principios de los noventas no había tanta conciencia sobre el cáncer de mama, ni campañas en torno a la prevención, mucho menos un día para recordar a todas las víctimas que morían a causa de la enfermedad.


19 de octubre, hoy no se debe de olvidar, este mes ayuda hablar del tema aunque nos duela, es importante que la sociedad, el gobierno, pero sobre todo las mismas mujeres se hagan más valientes, se auto exploren, examinen sus senos en busca de su salud, que se hagan las mamografías, que no permitan avanzar a esas malditas células, “radicales libres” que invaden no solo el seno, sino todo el cuerpo…y si no es atendido a tiempo, se puede generar la metástasis que las lleva a la muerte. La prevención puede ser la mejor cura, el mejor tratamiento. Por eso la importancia de esta compaña rosa.


A principios de este año a una amiga se le detectó cáncer de mama. Me dolió cuando me enteré, me vino el recuerdo de mi madre, pero ella vive en Estados Unidos, y de inmediato le extirparon los senos, no solo uno, si no para que no hubiera ningún riesgo fueron por ambos. Se actuó rápido y después de un par de meses se sometió a la operación de reconstrucción. Ella está con salud gracias a su detención temprana y lo reitero; vive en Estados Unidos y todo se hizo con el apoyo del gobierno.


Hace un par de meses el susto llegó a mi casa y a mi corazón. A Isa, mi esposa; le detectaron unas pequeñas bolitas después de una mamografía de rutina. Le hicieron un segundo eco de mamas y el siguiente paso fue la biopsia para saber si esos quistes eran cancerígenos o no. Fueron unos días difíciles, de zozobra y miedo. Sin embargo, era importante la detención a tiempo fuera cual fuera el resultado. Al final, afortunadamente, el resultado arrojó la más feliz falsa alarma que he escuchado. Aprendí que muchas mujeres viven con fibroquistes que tienen que estar monitoreando continuamente, como ahora Isa tendrá que hacer cada 6 meses. Nadie habla de eso, pero puedo ahora imaginar que para muchas mujeres el temor está ahí continuamente.


En este mes, en momentos en que se habla del cáncer de mama, pienso en Doña Julia; la busco en el cielo…en alguna estrella. Esta noche curiosamente esta una enorme luna llena…no es blanca, sino rojiza. Al final, no puedo cambiar el color de la luna, aunque quisiera tener una gran brocha, un enorme pincel y en honor a las que luchan hoy contra el cáncer, a las ya le ganaron y sobre todo… por las que ya se fueron al cielo me gustaría pinatra para ellas… la luna de rosa.

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