La marcha del domingo es una buena oportunidad...
Para despertar
Para estirar el músculo democrático.
Para encontrarnos.
Para descubrir que no somos los únicos quienes entendemos el riesgo que esconde la iniciativa de López.
Para establecer identidad.
Y para decirle al mandatario y a su caterva de oportunistas, ¡que ya estuvo bueno!
No la desaprovechemos, porque si el Peje logra su objetivo, pudiera ser una de las últimas.