Por ARES, el dios de La Guerra
La lucha entre ejércitos nos deja muchas lecciones de vida. La toma de decisiones, a partir de la incertidumbre, crea héroes y muertos anónimos.
Además, las épocas marcan la moda. En el medievo la caballería francesa era el arma más poderosa.
En tiempos de Roma las legiones marchaban invictas por todo el imperio. Pero, hay que reconocer que hay épocas en las que un tipo de organización domina el mundo. Los caballeros medievales, con toda su fuerza y su destreza, solo son efectivos en el corto alcance.
Las cargas de caballería demostrarían su ineficiencia en la Batalla de Crecy (1346).
Una de las maneras más exitosas de enfrentar a los caballeros y sus armaduras fue la de los lanceros suizos. Estos, con sus lanzas, se ponían en formación y cuando los caballos trataban de embestir se estrellaban contra la infantería. Esto costaba muchas bajas.
Pronto, otros países empezaron a utilizar esta técnica para enfrentar las cargas de caballería.
Poco tiempo después, con la llegada del Renacimiento y el nacimiento del Imperio Español, empezaron a nacer nuevas armas. Muy pronto, la era de la exploración llevó a la Armada Española por todo el mundo (Al igual que la portuguesa).
El matrimonio entre Juana (La Loca) y Felipe (El Hermoso) vio nacer a Carlos I de España y V de Alemania. Este individuo, que nació en un retrete y sin asistencia de nadie, se convirtió en el monarca más poderoso de la historia (hasta ese momento). Heredero del Imperio Español y del Sacro Imperio Romano Germánico, reinaba sobre la mayor parte del mundo.
Sin embargo, la Reforma Protestante amenazaba con dividir todos sus territorios. Por otro lado, Suleiman “El Magnífico”, líder del Imperio Otomano, buscaba expandir sus tierras a expensas del mundo cristiano.
A pesar de ser el emperador, sus enemigos se multiplicaban y lo atacabannpor todos los frentes. Para poder apagar los fuegos del imperio se requería tomar decisiones efectivas.
Una de las más grandes creaciones de esos tiempos fue El Tercio Español. Estos se componían de una unidad de piqueros que repelían a la caballería y otra de arcabuceros que atacaban a la
distancia.
Así, en 1534, se creó la primera unidad llamada "El Tercio de Lombardía". Poco tiempo después fueron creados más de estas unidades. Uno de ellos, el de Castelnuovo, de tan solo 4 mil hombres, detuvo a una fuerza de 50,000 otomanos.
La fama de la invencibilidad de los Tercios Españoles causaba pavor entre
las tropas enemigas. Hay una historia de cuando un Tercio estaba ya derrotado. Ante la negativa de rendición, los holandeses se prepararon para rematar lo poco que quedaba de la unidad ibérica.
Uno de los soldados españoles, mientras cavaba una trinchera, se encontró con una tabla en la que estaba labrada “La Inmaculada Concepción”. Considerando esto un milagro, los tercios se reorganizaron y con la moral en alto derrotaron al
ejército enemigo.
Por eso muchos rivales de España decían: “Tal parece que Dios es español en su obrar”.