Con ocurrencias el mundo no se resuelve, pero sientes que trabajas.
El doctor de la O., que tiene cero experiencia en Salud Pública, previo a su nombramiento... cero experiencia en control epidemiológico, previo a su nombramiento... va a dar clases a los militares que controlan el tema del Covid y la vacunación, quienes igual que él, tampoco tenían experiencia en tales menesteres.
Y lo que tenemos es una lluvia de ocurrencias...
Quesque poner un centro de vacunación masivo aquí tras lomita, en el autódromo Monterrey...
Propone que cuatro o cinco personas de las tercera edad lleguen en un mismo auto de alquiler para ser vacunados en grupo, obvio, esperar media hora allí mientras el taxímetro y la tarifa corren... ¡sencillito!
Y mientras, nuestro estado que debiera ser punta de lanza, es punta de burros.
¡Estamos en pandemia... en emergencia!
¿No se les ha ocurrido indagar en el mundo tratamientos efectivos que ya estén en uso y con resultados positivos contra los efectos del Covid?
No... porque en Europa ya se aplican varios y gracias a ello, el índice de mortalidad es apenas del 1.5 por ciento, mientras que acá es 10 veces mayor.
¿No debieran buscar la manera de que dichos medicamentos se sometan YA al protocolo de autorización de la Cofepris para traerlos a México, y específicamente a Nuevo León y así bajar con firmeza el porcentaje de fallecimientos?
Si se logra detener esa escalada que supera los 30 muertos por día, tendríamos como estado mejores condiciones para hablar de vacunas, pero sobre todo, para que la apertura económica sea sostenida y no como ahora, un vaivén que a nadie beneficia.
Pero no...
El doctor Peste andaba de calefacto que se quería ir a Rusia a buscar la vacuna Sputnik, pero no va a Europa para verificar el uso de medicamentos de patente que ya dan resultado inclusive en pacientes intubados.
Y mientras él sueña con estrategias como apilar a cinco viejecitos en un taxi, Nuevo León clama por esfuerzo real e inteligente.