En México, los libros de texto gratuitos para la educación primaria tienen su antecedente en el decreto expedido por el Presidente Adolfo López Mateos, mediante el cual se creó la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito en el año de 1959. Cuando despachaba como Secretario de Educación Pública el afamado escritor e intelectual Jaime Torres Bodet.
Grandes protestas surgieron en contra del libro, principalmente en la ciudad de Monterrey, bajo el argumento de que el Estado pretendía adoctrinar a los niños. En la actualidad, los nuevos libros de texto vuelven a objeto del debate y la discusión.
Los libros de texto gratuitos, sin duda tienen grandes ventajas en términos de ahorro económico de las familias y homogeneidad curricular, con ellos se pretende que los aprendizajes comunes sean similares en todo el territorio nacional.
De acuerdo a lo declarado por el Dr. Marx Arriaga, el titular de la Dirección de Materiales Educativos, en la elaboración de los nuevos libros de texto se llevaron a cabo 41 asambleas en las que participaron más de un millón de personas, lo que solamente le puede constatar a él, ya que por razones de seguridad de los datos personales de quienes participaron, la SEP reservó la información de esas asambleas por cinco años. Hasta entonces se sabrá si los que participaron en esas asambleas fueron personas calificadas para ese trabajo, porque con la educación de más de 25 millones de alumnos de primaria y secundaria, no se pueden cometer errores u omisiones.
Marx Arriaga es el mismo funcionario que declaró que declaró que “leer por goce es un acto de consumo capitalista, ya que la lectura debe tener como fin formar personas críticas que busquen la emancipación de los pueblos” generando una oleada de críticas; además, sobre el proceso de elaboración, dijo que se trata de un ejercicio de democracia participativa que propicia la justicia curricular y promueve la soberanía cognitiva, conceptos con los que pretende justificar en gran medida la ideologización contenida en esos libros de texto.
La Unión Nacional de Padres de Familia obtuvo una suspensión definitiva en el amparo tramitado para que no se distribuyan los nuevos libros de texto, pero la titular de la SEP, por indicaciones del Presidente, no ha suspendido la distribución a todo el país.
Especialistas en el tema, afirman que en la elaboración de los nuevos textos no se respetó lo que establece la Ley General de Educación ya que se procesaron antes de que estuviesen aprobados los programas de estudio y no fueron consultados los diferentes sectores involucrados en su elaboración.
Los libros de texto en la Nuevo Escuela Mexicana, agregan, pretenden ser un instrumento de lucha social, lo que se constata en la página 8 del libro Múltiples Lenguajes” para sexto grado de primaria, donde relata que un padre de familia está molesto porque los medios de comunicación se quejan del caos vial que ocasionan las marchas de protesta, porque “el amontonadero de coches no debe ser más importante que los problemas que obligan a la gente a marchar”, y añade“Marchar para manifestar libremente nuestras ideas o inconformidades como sociedad es un derecho que nos otorga la Constitución de nuestro país”.
Lo más grave que acusan los especialistas que revisaron los libros, es la reducción significativa de los temas de matemáticas, ya que, si se compara el contenido en los nuevos libros de texto, equivale aproximadamente a un mes de lo que se estudia en los textos actuales. Tampoco contiene lecturas de autores reconocidos como en los actuales textos que contienen una compilación de las grandes plumas de la literatura universal; los textos nuevos, incluyen pocas lecturas y de autores desconocidos.
En fin, este tema seguirá dando mucho de que hablar en lo que queda de la actual administración pública federal, para dilucidar si efectivamente, en educación estamos transitando de la pedagogía a la ideología.