NEGOCIAR CON LOS CRIMINALES, eso es lo que hizo el gobierno de Tamaulipas.
No hubo rescate, hubo pago...
Los migrantes venían con la intención de llegar a la frontera sin pagar los 3 mil dólares por cabeza que exigen los criminales que tienen el control de ese negocio.
Les salvó la vida que en el grupo venían cinco ciudadanos colombianos, y su gobierno de inmediato brincó, y como el presidente Petro es muy amigo del presidente mexicano, por su coincidencia ideológica, la instrucción de negociar y pagar se siguió al pie de la letra.
LO OCURRIDO NOS DA una idea del grado de sumisión de nuestros gobiernos ante los grupos criminales.
No hay seguimiento, no hay persecución de los responsables.
Nada... mal, porque los criminales ahora buscarán objetivos que faciliten las negociaciones.