Saludar a la madre de Joaquín Guzmán, El Chapo...
Echarse unos tacos con los hijos del Capo allá en la sierra sinaloense...
Visitar Badiraguato más veces de lo que ha visitado oficialmente a Nuevo León y a muchos otros estados...
Liberar en su momento a Ovidio Guzmán y evitar hasta donde pudo, su extradición.
Defender a los productores y traficantes de fentanilo hasta el límite de la cerrazón...
¿No se supone que con estas evidencias de la colusión de López con los grupos criminales, bastaría para estar derrotado junto a su proyecto 2024?
Pues sí, pero no...
Porque López se alía con criminales, es cierto.
Pero esos criminales entregan millones de despensas al año.
El día del Niño realizan festivales gratuitos y regalan millones de bicicletas y toda suerte de juguetes.
Son los que pavimentan caminos y ponen redes o llaves de agua potable.
¿Le dice algo la ovación de los pobladores de un pueblo de Chiapas ante la llegada de las unidades del cártel de Sinaloa?
Ellos son los benefactores del pueblo...
Reparten juguetes manchados con la sangre de los sembradores de frijol de Fresnillo... de los limoneros de Colima... de los horticultores de aguacate en Michoacán.
Son los que matan y arrebatan a los productores acaudalados, llamados por López enemigos de la Transformación.
No sé si usted se da cuenta, pero si es usted clasemediero, emprendedor o bien pagado profesional, usted está en la lista de quienes tarde o temprano serán saqueados.
Por eso los gobiernos morenistas llamaron justicia social a los saqueos en Acapulco.
López y los criminales son los héroes... verlos juntos asquea a la clase media, pero emociona a los de abajo.
El tiro está cantado: Si la clase media sale a votar en masa, este país se salva.
Si la clase media entiende que ya no es cuestión de gusto, sino de supervivencia, votará por Xóchitl.
No todos los pobres están con López, por eso sus triunfos son precarios.
Hay pobres muy honestos quienes anhelan ver a sus hijos escalar con esfuerzo y estudio a mejores condiciones de vida.
López va a Badiraguato... va a Chiapas... a Oaxaca... al sureste, para aceitar su maquinaria.
¿Y la clase media?...