El año 2020 nos marcó de una manera que nadie se hubiera podido imaginar. Los cambios sociales son una constante en el desarrollo de la vida humana. Pero siempre, después de la tormenta, viene una calma que no precisamente significa que todo ha regresado a como era antes. La manera de hacer negocios sufrió un fuerte ajuste y los viejos modelos presenciales han caído en la obsolescencia. Hoy los jefes deben de adaptarse a estos nuevos sistemas enfocados en la productividad y la tecnología.
Hoy, el fenómeno de las “Cocinas Fantasma”, se está volviendo un negocio de cientos de millones de dólares. Las empresas de preparación de alimentos hoy se están ahorrando el costo de los comedores y todo lo que ello implica. En lugar de meseros mejor contratar motociclistas. Y en algunos casos ni siquiera necesitan a los repartidores, sino que se hace una alianza con una plataforma de servicio a domicilio. Quedarse en casa hoy es una excelente opción para pasarla bien y estar seguros.
Ante estos nuevos desafíos, solo hay un camino: adaptarse y dar por terminado el modelo antiguo de las labores presenciales. Pero eso es apenas el primer paso: Los líderes de equipos de trabajo multigeneracionales deben de abandonar sus estilos de operar de forma activa. Ante el cambio tecnológico, la mejor manera de dirigir es creando sistemas en los cuales no se necesite tener supervisores. Para los diseñadores de procesos vienen meses interesantes, ya que el mundo empresarial entra en temporada de adaptabilidad.
Entonces, los proyectos que sobrevivieron al shock del COVID-19 entran ahora a la fase de rebote, vacunas dudosas y mercados nerviosos. ¿Cuál es la fórmula del éxito? El pasado nos enseña que siempre, en estos tiempos de caída de meteoritos, la adaptabilidad supera a la fuerza. Las herramientas tecnológicas son la mejor opción para mantener a los miembros del equipo trabajando y siendo productivos. El mercado no miente y los resultados están a simple vista en el sector tecnológico: 35% de rendimiento en el 2020.
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