La Ecovía era un modelo de transporte, camiones nuevos, modernos y poco contaminantes... estaciones climatizadas con Wi Fi extensivo a las unidades.
El consorcio al que se le concesionó el servicio gozaba de plena salud financiera, más de 100 mil usuarios por día garantizaban el negocio.
Pero vino Jaime Heliodoro y la requisó "para garantizar un buen servicio".
Era un robo...
Lo supieron las cámaras y organismos intermedios, lo supieron los del Consejo Nuevo León y callaron... ¿por miedo o por conveniencia?
Pero ese no fue el peor de los crímenes...
El peor crimen fue condenar a cien mil nuevoleoneses a viajar apilados en unidades sin clima... unidades que los dejaban tirados... unidades insuficientes porque acabaron con la flotilla a base de no darles mantenimiento.
Fue criminal provocar que la gente intentara subir por las mañanas a los camiones atestados... fue criminal maltratar a personas de la tercera edad que iban al hospital y eran empujado... criminal fue maltratar a quien con sus impuestos pagaba el sueldo.
Por eso, Jaime Heliodoro merece la prisión... pero curiosamente no lo está.
Si cotejan los ingresos de la Ecovía en sus tiempos de operación modelo, a los que se reportaban después de la requisa, se encontrará el desfalco, el robo... ¿pero no quieren indagar?
¿Y los camiones en los terrenos de Noé Chávez?
Otro crimen fue saquear el agua de Cerro Prieto... otro crimen saquear el agua tratada que se vierte en el río Pesquería para pagarle a Tamaulipas su cuota de agua para riego y así evitar el trasvase de El Cuchillo...
Crimen es que por embolsarse unos cuantos millones dejara a Nuevo León sin agua.
Crimen fue inventar una bolsa de 150 millones de pesos para el tratamiento de los niños con cáncer... crimen e hijez de la tiznada fue jugar así con la vida de esos pequeños inocentes y con el dolor de sus padres.
Jaime esta preso, todavía a estas horas, pero no lo está por los verdaderos crímenes de su gobierno.
A mi no me engaña señor Doctor en Derecho.