Máynez goza de sus cinco minutos de fama, cortesía de Luis Donaldo Colosio Riojas.
Allá en lo más profundo de su corazón, pelea el Máynez lógico y centrado, con el Máynez sumiso.
En fechas recientes siempre ha ganado el sumiso...
Hace lo que Samuel le diga... dice lo que Samuel le diga... calla lo que Samuel le ordena.
La cosa es que él esperaba que la sumisión le dejara algo.
Es decir, una campaña es negocio redondo aunque pierdas... pero Máynez solamente ve pasar el dinero que agita sus alas y nunca posa en su mano.
¿Cuál es su ganancia en todo esto?... ¿Fama?
Bueno, con fama le pagaban a los reporteros o presentadores de la televisión regia hace no muchas lunas, y a los dos años se cansaban y mejor se iban a una maquiladora.
¿Venderá más nieves en Zacatecas ahora que es candidato presidencial?
Máynez goza sus cinco minutos de fama, pero llora su vida de miseria.
Miseria política, miseria económica comparada con la opulencia de su maestro.
Por eso es que en estos cinco minutos de fama, la voz de Luis Donaldo le rebota por todas las paredes del cráneo.
¿Por qué no declinas?
O por lo menos... ¿Por qué no chantajeas a Samuel con la finta de que vas a declinar a ver si así te suelta el dinero?
Cinco minutos de fama son fugaces, y la miseria puede ser para siempre, si es que gana el Máynez sometido.