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Mundo Generacional… La infancia como principal factor del desarrollo de las generaciones


Por EDWIN CARCAÑO GUERRA


Dentro de las herramientas que la Teoría Generacional ofrece como método para estudiar, analizar y deducir cómo evoluciona cada una de las diferentes generaciones está el conocer las circunstancias de la niñez de cada grupo de personas. La infancia de una persona abarca desde los 0 hasta los 21 años. En este tiempo cada individuo pasa por la dependencia de la madre, del padre y de sus amigos. La experiencia en el vientre materno y el nacimiento están en el inconsciente colectivo como una etapa de máxima plenitud seguida de un poderoso evento traumático de separación.

La memoria olvidada de la humanidad recuerda cómo en algún momento Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso Terrenal para empezar a vivir en un mundo hostil y peligroso. Ahí empieza la vida, a partir de ese nacimiento. Un nuevo universo acaba de empezar a vivir. Las vivencias y las experiencias se empiezan a acumular para formar una personalidad única e irrepetible. Tras ese evento tan traumático empieza la infancia. La dependencia de la madre es fundamental para la sobrevivencia de este pequeño ser humano. Su mamá lo va a alimentar y abrazar. Recibir este amor tan hermoso lo hará una persona fuerte.

Alrededor de los 7 años el niño ya no puede seguir viviendo solo del amor de su madre y es obligación del padre sacarlo de la protección materna y empezar a enseñarle acerca de la vida. Es importante que el niño entienda que tiene que evolucionar para poder sobrevivir. Así comienzan los primeros retos de la existencia. El fin del amor de mamá es cuando las consecuencias de los actos ahora son del niño y ya no se pueden endosar. Este evento puede ser muy traumático, pero si el niño se queda eternamente al lado de la madre nunca será un adulto funcional.

Y con el tiempo el niño se convierte en adolecente. A los 14 años ya ha empezado a descubrir el mundo, pero ahora debe de desarrollar sus habilidades sociales. Ahora su vida la debe enfocar en las relaciones con sus amigos. Esta última etapa de la niñez entrena al futuro adulto a encajar socialmente. Es motivo de preocupación ver cómo algunos jóvenes se aíslan por completo y se vuelven profundamente solitarios. Los papás no deben de sabotear el desarrollo social de sus hijos. También hay peligros como las drogas, los accidentes y las malas amistades.

Cuando la infancia y sus tres etapas se llevan de manera positiva el ahora adolecente entra con fuerza y confianza a la juventud. La infancia de la Generación X (México: 1960 a 1982) fue de rápida maduración y con poco contacto con los adultos. Por el contrario, la Generación Millennial (México: 1983 a 2005) tuvo un nivel de maduración moderado y una relación con adultos también moderada. La gran lección que nos enseña la Teoría Generacional es que una sociedad que les falla a sus niños termina destruyéndose a sí misma. El México violento de hoy es producto de grandes errores educando a la niñez.

Hoy demasiadas familias están rotas. Muchos niños crecen sin un papá, sin una mamá o sin amigos. Eso va a tener consecuencias graves para el México de la segunda mitad del siglo XXI. En un mundo ideal todos los niños mexicanos recibirán mucho amor de sus madres, educación de sus padres, amistad de sus compañeros y un ambiente social sin peligros. Lo más importante para que los niños se conviertan en adultos éticos, responsables y con un gran respeto a las instituciones mexicanas comienza con la educación temprana. Una vez más y sin reservas llegamos a la misma conclusión: Falta amor en la educación.

Twitter: @ecarcanog

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