No hay muchos ejemplos de gobernadores que en funciones dejaron el cargo para ir en busca de la Presidencia de la República.
Bueno, López Obrador brincó en el 2006 del Gobierno del entonces Distrito Federal a la candidatura presidencial por MORENA... y párele.
Pues bien, Nuevo León fue el primero en el que un gobernador "de provincia" fue por la Presidencia.
Se fue y agarró 400 millones de pesos, en recursos públicos (de acuerdo al Trife) para meterlos a su campaña.
Cuando Heliodoro regresó a la gubernatura ya el gabinete no era el mismo, ni su ánimo... estaba deprimido, dolido, furioso.
Pues bien...
Nosotros que éramos sus jefes lo dejamos que se largara a hacer el ridículo y a difundir una imagen alejadísima de lo que es Nuevo León.
Peor aún, se fue con Nuevo León que ardía en inseguridad, con el CobijaGate sin resolver... sin obra pública de nivel... con Fuerza Civl camino a la ruina y la Ecovía saqueada.
Y lo dejamos ir.
Se supone que la experiencia te ayuda a ver realidades que ignoras... te invita a cuidar de no caer en la misma treta.
Pero cinco años después vamos en camino de ser otra vez plato de segunda mesa.
¿No les parece que ya fue mucho?
¿Que ya nos agarraron de sus indejitos?
Que en nuestra cara nos digan que se van como si su derecho a votar y ser votado fuese el único que vale.
¿Y nuestro derecho a tener un gobernador que cumpla aquello para lo que fue electo?
Yo no fui a buscarlo a su casa para pedir que fuese mi gobernador... ¡Ahora se
jode!