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  • Foto del escritorRed Crucero

Periodista



Por Isadora García Hurtado

 

En las entrañas de los periódicos, hace algunos años , se revelaban las fotografías que se publicaban al día siguiente. Era un cuarto oscuro con tintes rojizos. Olía a químicos y a nervios. Era prohibido abrir esa puerta, por eso se ponía un letrero afuera, indicando que alguien estaba trabajando y que había que esperar. Se corría el riesgo de perder la imagen de la noticia, la nota de la primera plana.  

 

Se ponían a secar la fotos colgadas tal cual en un tendedero, obra previa a la redacción de la historia por contar. Había que tomar también un escritorio y teclear la narración que llevaban en su mente, en la grabadora y en esas libretitas de taquigrafía que se usaban para tomar notas rápidas. No había computadoras, aquellas máquinas de escribir eran un armatoste y hueso duro de roer. El tiempo corría y antes de cierta hora la redacción cerraba y había que apurarse  para entregar las notas requeridas por el editor.

 

Abajo, en la prensa, se imprimía el trabajo de muchos hombres y mujeres que trabajaron de madrugada. Serían la lectura con el café de la mañana. El olor a tinta de esa enorme, gigantesca imprenta, aún permanecería en las hojas del periódico. Un profesional del periodismo tiene el oficio de la urgencia, sentido de la prestancia, don de la palabra, el valor de la discreción ( a veces) y el defecto de la arrogancia.El llamado cuarto poder era, en aquellos tiempos, efectivamente, un poder más, algunas veces más fuerte que el mismo gobierno.

 

Recuerdo haberla visto correr, desvelarse, entrevistar, escribir sin parar, incursionar en la radio, ser corresponsal de periódicos y revistas nacionales, luchar por ganarse la vida con su oficio, con su pluma… a Socorrito, mi madre.


Con ello, mi mamá nos crió a mi hermano y a mi. Nos dio lo mejor de ella e hizo lo mejor que pudo. Gracias a su oficio tuve una carrera profesional. También pudimos salir de viaje algunas veces, y nos consintió a mi hermano y a mi cada vez que podía.

 

Mi mamá perteneció a esa generación de periodistas. No había internet, ni teléfonos inteligentes, ni GPS. Solo la prisa, las miles de ruedas de prensa, los boletines, las pilas de revistas y periódicos en mi casa siempre. Encontró en ese oficio su forma de vida, su carrera, sus mejores amigos, también algunos pseudo enemigos, lecciones de vida, la oportunidad de ayudar a muchas personas, conocer a  los personajes más importantes de nuestra ciudad y nuestro estado de aquellos tiempos, en el “Sol de Tampico”.

 

Honro y celebro el arrojo que mi mamá tuvo, lo fuerte que fue en aquellos años y el haber podido acompañarla muchas veces y ser testigo de su esfuerzo. Así que,   “Feliz Día del Periodista” a todos quienes han hecho de este oficio su vida, especialmente… a Socorro Hurtado Álvarez.  

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