Por ISADORA GARCÍA HURTADO
El 4 de mayo es el Día de Star Wars. Durante todo el día, el mundo entero aprovechó la oportunidad de “subirse” al tren de “la fuerza”.
Videos de artistas, políticos, comercios, reestrenos de las películas de la saga, artículos conmemorativos, todo en un mismo día.
Y es que, ¿quién no ama Star Wars? Personalmente, me encanta poder compartir con mis hijos una saga que, digámoslo abiertamente, gracias a Disney hoy vive también en el corazón de nuevas generaciones.
Un total de 11 películas, que incluyen 3 trilogías y dos antologías: “Solo” y “Rogue One” ( en la que además, nuestro Diego es el actor principal) conforman una de las sagas más taquilleras y recordadas de la historia del cine.
La luz y la oscuridad comparten escena, pelean y se debaten entre sí a sus más grandes exponentes:Los Jedi y los Sith.
A través de cada película, comenzando por el episodio IV, sus protagonistas ganan terreno en los corazones de los espectadores.
Cómo olvidar la dupla de Han Solo y Chewie, la belleza y valentía de Leia, o la lucha interna y el autodescubrimiento de Luke en la primera saga, y al final la gran amistad y camaradería que nos regalaron estos personajes en su lucha contra el Imperio.
Pensar en Star Wars también es recordar al gran maestro Yoda. Ese ser pequeño de tamaño y grande en sabiduría y corazón, con la serenidad y buen humor que muchos añoramos.
Y la maldad encarnada en Darth Vader, las fuerzas oscuras, la lucha contra sí mismo y las consecuencias de la elección de ser quien se decide ser en la vida.
Desde entonces, la IA ya tenía una presencia importante.
No solo computadoras impresionantes desde las que se manejaban grandes naves, sino también robots que almacenaban cantidades impresionantes de información de todos los planetas de la galaxia, pero además, con una programación inquebrantable, algunos, orientados al bien, y otros, programados para obedecer a las fuerzas oscuras.
Tal vez George Lucas no pensó en una lección de vida cuando escribió el guión de su primera trilogía de la serie.
Sin embargo,”La Guerra de las Galaxias" está llena de metáforas, mensajes directos e indirectos, nostalgia, humor, música fantástica, actuaciones entrañables, personajes con formas inexplicables, mundos fantásticos y naves que todos quisiéramos alguna vez tripular.
Las precuelas, secuelas y antologías también nos hicieron reír y llorar, emocionarnos y sentirnos héroes de la galaxia, junto con sus nuevos personajes, siempre llenos de sorpresas.
Para muchos de nosotros, la trilogía original siempre será la mejor.
Sin embargo, no podemos dejar de reconocer belleza en todas sus entregas. En la última, por ejemplo, nos despedimos de aquellos que dieron vida a la historia: Han, Luke, Leia (que en la vida real también se fue, quizá, a una galaxia todavía más lejana).
Cuando surgió la primera trilogía yo era una niña todavía, no podía identificarme en pleno con ninguno de los personajes, sólo admirarlos; pero ahora puedo entender el amor de madre que vivió en el corazón de Leia y los fallidos intentos de Han Solo por recuperar el corazón herido y perdido de su hijo Ben.
“No se lucha lo que se odia, se cuida lo que se ama”. “Soy uno con la fuerza”, “Nunca subestimes el poder del lado oscuro”, “Sin duda, maravillosa la mente de un niño es”...y así muchas, muchas frases más. Star wars representa para muchos, la nostalgia de la infancia, de los setentas y ochentas.
Me encanta saber que las nuevas generaciones se han podido conectar y enamorar también de una historia que se repite y se reinventa a sí misma en cada trilogía y obviamente, después de ser adquirida por Disney.
Gracias, Star Wars. Gracias por hacernos reír, soñar, llorar, apasionarnos, creer en la libertad, en mundos mejores, en que las luchas valen la pena, en que la familia y los amigos son invaluables, en que todos podemos coexistir en un mundo siempre que busquemos un bien común. Que la luz y la oscuridad son fuerzas que conviven siempre y que siempre, siempre, podemos decidir hacia dónde ir.
Me alegra poder emocionarme de revivir una y otra vez estas historias, ahora con mis chicos. Mis Jedi preferidos. Sé que un día los veré partir hacia nuevas galaxias.
No podría pensar en una mejor frase:
“Que la fuerza te acompañe”. Encierra todo, ¿verdad? Si no las han visto, por favor, ¡Háganlo!
Y…Que la fuerza siempre nos acompañe.