La mirada política no mira siempre hacia el ciudadano.
Hoy, la desesperante falta de agua provoca filas interminables de personas de todas las edades... personas que llegan al extremo de pelear por un lugar para surtir.
Personas de la tercera edad que sufren de estrés... un terrible estrés a causa de la incertidumbre.
En medio de todo esto, hay un pleito político: Samuel contra los panistas... Samuel en contra de los poderes políticos... los poderes políticos en contra de Samuel en una lucha para ver quién orina más lejos.
¿Y los ciudadanos?
Los ciudadanos quieren soluciones, los ciudadanos expresan en las redes su rechazo hacia Samuel.
Sí, los ciudadanos quieren que lo quiten de la gubernatura, que llegue alguien que no mienta, alguien que presente e instrumente soluciones.
No... esta vez el pleito político no entretiene.
Si los diputados quieren quitarlo, este es el momento...
Solo que los responsables del tema político esperan a ver qué se negocia con el líder del partido al que representa Samuel.
¿Negociación?
¡La gente está sin agua porque Samuel no quiere o no sabe!... porque miente, porque desperdició la poca agua que teníamos.
No está para negociaciones...
Hoy, Samuel no sería visto como víctima sino como un paso necesario para que este Nuevo León retome el rumbo.
Somos una burla... pero también, somos una desgracia.
Los ciudadanos quieren acción... no negociaciones.