El gobernador logró detener por un mes y una semana la embestida del Congreso para que no le aprueben la Revocación de Mandato ni la reforma de Agua y Drenaje.
Mientras en el Congreso se alargaban las deliberaciones de manera ficticia, en otra sede Samuel negociaba un alto al fuego a cambio de que no se aprobaran las leyes que le afectarían.
Los representantes de la mayoría panista y del PRI aceptaron el plazo propuesto.