Acabamos de perder una armadora automotriz que prefirió instalarse en Texas, con todo lo que ello implica, por una razón fundamental: No le garantizamos el abasto de agua.
Ellos, los que vienen con miles de millones de dólares para arriesgarlos y generar empleo, no se creen declaraciones... no se creen que ya solucionamos por 10 años la crisis del agua.
Y desde luego, no confían en la estrategia de "A huevo llueve".
La CONAGUA les hizo saber que no habrá mayor suministro el año que viene.
Y que arrancamos el ciclo anual con menos agua de la que teníamos hace un año.
No hay quien venga a invertir...
Y no hay en el horizonte un ataque al problema real: El tiradero de agua en las líneas de distribución.
Tiramos la mitad del agua que se bombea... así no hay líquido que alcance.
Supeditados a que tengamos tormentas en marzo y abril, o a que de veras nos toque un año seco, estamos bajo el sello de la incertidumbre.
Usted y yo nos preparamos a cargar tinas...
Pero los grandes empresarios cargan con sus negocios y se los llevan.