Comenzaba la administración de Jorge Treviño y Natividad González Parás era su secretario general de gobierno, calladito, serio... poco dado a los reflectores.
González Parás parecía una continuación del carácter de un mandatario que todavía mostraba una gran timidez a la hora de reunirse o convivir con las bases.
Fue un 14 de septiembre cuando llegó un grupo deo lideresas del sector poniente, Santa Catarina era un bastión de la CTM en donde las mujeres iban tomando especial protagonismo, lideradas por Gloria Mendiola.
Salieron para atenderlas varios funcionarios, el propio Nati González Parás, el Procurador Cantú Cerna y Torre Cuevas, de Seguridad Pública.
La queja era que gente del PAN andaba por las calles haciendo recuento de los bares y depósitos para luego hacer quejas de que había muchos y que no tenían permisos.
"Por favor, dígale al gobernador que hay que detener a esos alebrestados, manden a la policía".
Nati, con la sonrisa apenas perceptible, les dice... todavía no se sabe si en broma o en serio.
"Bueno, es que a lo mejor los panistas tienen problemas con la bebida y por eso andan en tales labores".
-No, don secretario... los que le pegan al pedo son nuestros viejos... los de casi todas.
Nati y todos se quedan callados... extrañados...
-¿Usté cree que si anduvieran buenos y sanos en la casa nosotros andaríamos en estos trotes?... ¡Los hombres al pedo y las mujeres al poder!