"¡Señor... señor!, llegaron las mujeres del Mirador".
Colonia brava, de los bastiones priístas que aún quedaban en pie tras la victoria de don Jesús Hinojosa en 1991.
Llegó el Inge Mireles para avisar al alcalde, don Chuy, sobre el grupo de mujeres de El Mirador que llegaron a protestar por la falta de agua.
Decían que las pipas no llegaban hasta su colonia.
Llevaban tinas de agua y en una toma municipal a un lado de la entrada a la tesorería, comenzaron a obtener líquido para lavar ropa en la plaza principal.
-¿Y qué están haciendo?
"Sacaron agua y tinas... pero ya trajeron a los medios, están los del canal 12".
Don Chuy siguió con unas cuentas que hacía en una hoja que tenía un montón de borrones.
Era el cálculo de la nómina y los gastos de medicamentos para empleados municipales.
Mireles intentó llamar su atención...
"Señor... le insisto, llegaron los medios... la tele... ¡y comenzaron a lavar sus calzones!"
-¡No me digas!
"Se lo estoy diciendo señor... ¿qué hacemos?"
-¡Carajo!... qué vergüenza... ¡espero que no estén lavando los que dejé con canelita".
"¿Qué dice?"
-¿Pos no dices que van a lavar mis calzones enfrente de la tele?
"¡No señor!... los calzones de ellas".
-¡Ah, menos mal!... déjalas... orita que empiecen manda a alguien a decir que ya anda la pipa en su colonia y que nomás va a estar media hora.
Así lo hicieron, cuando las mujeres escucharon el mensaje que corría en boca de varias de ellas, agarraron tinas y se subieron a las peseras en que llegaron...
¡Pícale que se nos va el agua!