top of page
  • Foto del escritorRed Crucero

Tener contento al pueblo… de Chusmá Elizondo a Samuel


Ni es nuevo, ni es la primera vez, esto de brincarse la ley.


Lo que cambia son las reacciones.


En 1994 Jesús María Elizondo gana la Alcaldía de Ciudad Guadalupe, y realiza tal cantidad de obra que la gente se pone feliz.


Pero cuando los medios descubren, a denuncia de afectados, que no había concursado ninguna de las obras y que éstas eran entregadas para su ejecución a constructoras “favoritas” se le vino el mundo encima.


La respuesta de Chusmá Elizondo fue que dichas constructoras brindaron un servicio mejor y a más bajo costo, y que el beneficio era tan claro, que con menos dinero hizo más obra.


La furibunda respuesta de los medios, de los organismos intermedios casi acaba con el buen nombre del Alcalde, quien luego comprobaría que la crítica en los medios es NADA sí tienes contento al pueblo, porque sin problema alguno ganó la Alcaldía de Monterrey.


Pues bien…


Samuel ya se encargó de una parte de la historia: Se brincó la ley.


Cambió el escudo de Nuevo León, se llevó a un niño del DIF a su casa…


Ya tiene crítica en algunos medios, pero los organismos intermedios se esconden, los colectivos sociales no aparecen… su funcionarios tan ciudadanos ahora son burócratas quienes no pueden salir para denunciar dichas faltas.


De todos modos hay enojo en una gran parte de la sociedad.


Otra vez, nuestra crítica va a servir de NADA si el gobernador llega a tener contento al pueblo, con obras, con seguridad y con un ambiente respirable.


Ya nomás le falta eso, a menos que a cambio de ello nos inunde con historias melodramáticas junto a su consorte.


152 visualizaciones0 comentarios
bottom of page