Sabotear el estadio de Tigres es una acusación muy seria.
Sabotear la suspensión y los neumáticos de los ciudadanos es una acusación muy seria.
Para lo primero se requiere desechar la solicitud de comodato para el terreno en el que Samuel dice que se levantará el estadio.
Para lo segundo se requiere negar la entrega de recursos comprometidos con los municipios para que no tengan con qué tapar baches o recarpetear.
Dirán que las dos causas huelen a engaño...
La cosa es que la euforia de los Tigres dura una semana...
Y el coraje por caer en un bache y romper la suspensión o los neumáticos, dura meses... A veces años.
Los alcaldes dicen que no pueden rehabilitar calles si Samuel no les envía el recurso.
Samuel dice que no habrá estadio para los campeones mientras el Congreso no le apruebe el comodato.
La única manera de comprobar que los alcaldes mienten, es mandarles el dinero, y si las calles siguen en calidad de cráter, quedarán desenmascarados.
Y Samuel solo tendría que mostrar los acuerdos y permisos para construir y la anuencia de la AFAIM.
Hoy veremos.