López Obrador no tiene al Ejército, no a nuestras nobles Fuerzas Armadas.
Tiene a unos cuantos generales corruptos quienes se hinchan de dinero, pero no tienen ascendiente con las tropas.
Esa es una ventaja... para nosotros.
Porque sin el Ejército de su lado, el proyecto de un autogolpe para quedarse en el poder no es tan sencillo.
Por eso creo a su propio ejército personal, la corrompida Guardia Nacional... pero tampoco le da.
La tercera opción fueron los grupos del crimen organizado.
Mientras la tropa militar sobrevive en tareas de albañil... de empleado de aeropuerto... de administrador de empresas estatales.
Mientras el Ejército abandonó nuestras calles y los sacan con munición limitada, los criminales reciben toda suerte de concesiones.
Ellos operan elecciones, para ganar con mucha precariedad, como en Sonora o en Sinaloa... o en Tamaulipas.
El mapa criminal de México le daba a MORENA victorias en todo el eje del Pacífico y del Golfo.
Hasta que sus monstruos se le salieron de control.
En Chiapas, pelean por el poder dos aliados de López: Los jaliscos y los sinaloas, y pelean a muerte y sin cuartel... en Veracruz los jaliscos quedaron a merced de ataques de los golfos y de los sinaloas... en Michoacán y en Guerrero hay al menos cuatro grupos criminales en pleito.
En Tabasco se le incendia la tierra de nacimiento al Presidente López, porque otros dos grupos disputan el control.
Al doctor Frankenstein se le vuelve en contra el monstruo que ha creado... y no puede controlarlo.
No lo va a controlar porque no tiene la inteligencia necesaria para imponerse.
Lamentablemente conforme se acerque el 2024, esta clase de manifestaciones violentas se van a multiplicar por todo el territorio.
Criminales en pleito... estados sitiados.
Los gringos a las espera de caer sobre el territorio.
El gran genio demuestra otra vez que es una farsa.
Nada le resulta, y sus errores nos cuestan a todos los mexicanos.
No va a terminar bien... él, no.