El doctor don Carlos Canseco, secretario de Salud en tiempos de don Alfonso, tuvo un hermano que llegó a Senador, por el estado de Tamaulipas.
Morelos Jaime Canseco, llamábase el senador, quien en más de una ocasión apareció como aspirante a la gubernatura de aquel vecino estado, y en otras ocasiones se le consideraba relevo de quien estuviera en funciones.
El doctor don Carlos era una eminencia médica…
Don Alfonso los juntó en uno de sus informes de gobierno; Morelos Jaime vino como representante del Senado.
Tal como se estilaba, se fueron a cenar gabinete e invitados a casa del Mandatario, y al llegar vio que el senador tamaulipeco platicaba amenamente con Chano Bortoni, por lo que se acerca y le dice…
”Chano, por favor sé mesurado con los elogios para mi amigo Mórelos Jaime… ¿No ves que allá lo traen caliente con el asunto de la gubernatura? Si se te ocurre calentarlo más ¡lo fundes!”